Seguretat + - Tir Alt Camp

Vaya al Contenido
ESCOLA DE TIR
SEGURETAT +
NORMAS DE SEGURIDAD

Los accidentes no ocurren "porque sí", todos tienen una causa, y para que nuestro deporte sea seguro, todos los que lo practicamos debemos actuar con TOTAL SEGURIDAD en todo momento.
Las armas de por sí no son más peligrosas de lo que lo pueda ser cualquier otra herramienta fabricada por el ser humano, lo que las hace potencialmente peligrosas es un imprudente manejo o un negligente mantenimiento. Dado esto por sentado, hay que tener en cuenta que "LA SEGURIDAD HA DE CONVERTIRSE EN UN HÁBITO", por tanto es necesario su aprendizaje y ejecución hasta que se pueda considerar como un comportamiento normal y automático.

Las Normas de Seguridad las dividiremos en tres grandes grupos:
1.   Comprobación de armas.
2.   Normas de Seguridad fuera de la galería de tiro.
3.   Normas de Seguridad en la galería de tiro.

1ª .- COMPROBACIÓN DE LAS ARMAS.

oComprobar un arma significa asegurarse, de forma fehaciente, de que se encuentra descargada.
oPara comprobar un arma de un solo tiro es necesario abrirla y cerciorarnos que su recámara está vacía.

oPara comprobar una pistola semiautomática extraiga el cargador, a continuación tire de la corredera o carro, dejándola en su posición más retrasada y compruebe que la recámara se encuentra vacía. Por último compruebe el cañón y el cargador.
oPara comprobar un revólver, abra el cilindro, extraiga las vainas/cartuchos y compruebe que todas sus recámaras se encuentran vacías. Compruebe por último el cañón del arma.

ESTAS OPERACIONES DEBEN EFECTUARSE SIEMPRE CON EL ARMA ORIENTADA A UNA ZONA SEGURA.

2ª.- NORMAS DE SEGURIDAD FUERA DE LA GALERÍA DE TIRO

Estas Normas vienen perfectamente detalladas, en cuanto a custodia y demás, en el actual REGLAMENTO de ARMAS, pero nos atreveremos a dar algún consejo más:
oMantenga el arma y su munición fuera del alcance y vista de los menores.
oCompruebe siempre el arma al sacarla de su caja de transporte.
oCompruebe siempre el arma cuando se la entregan o usted se la entregue a alguien.
oNo manipule nunca un arma sin permiso del usuario.
oNo apunte nunca a nadie con un arma (aunque usted sepa que está descargada).

3°.- NORMAS DE SEGURIDAD EN LA GALERÍA DE TIRO

Sepa como funciona el arma con la que va a disparar.
No manipule el arma cuando haya alguien delante de su línea de fuego.
Mantenga siempre la boca de fuego hacia la línea de blancos.
No cargue el arma hasta que se encuentre en el puesto de tiro (en competición atienda la voz del árbitro).

El arma en reposo debe estar DESCARGADA, con los mecanismos abiertos y apuntando hacia la línea de blancos.

Cuando se aperciba de cualquier situación que pueda representar peligro para cualquier persona ordene: ALTO EL FUEGO, de forma que se aperciban los demás tiradores, informando a continuación de la causa que originó la orden.

Cuando acabe su tirada COMPRUEBE el arma y la munición.

Realice también esta operación al guardar el arma.

Cuando de un arma accionada no hubiese salido el disparo o se produjera otro tipo de interrupción, las operaciones de corrección se realizarán apuntando siempre a la línea de blancos (cuando de un arma accionada no se produce el disparo espere un tiempo prudencial antes de efectuar su comprobación).

Para llegar a los blancos en la galería de 25 metros (siluetas) se utilizarán los pasillos laterales, advirtiendo a los demás tiradores para que aseguren y descarguen sus armas (procurar que los acercamientos coincidan con el final de todos los tiradores).

Cuando participe en una competición respete las normas de la misma y atienda las órdenes de los árbitros.

Quedan terminantemente prohibido la utilización de munición MAGNUM, así como del empleo de blancos o munición que no cumplan lo establecido en el reglamento de la I.S.S.F.
Por último recuerde:

LA SEGURIDAD DEBE SER UNA CONSTANTE,

LA SEGURIDAD ES RESPONSABILIDAD DE TODOS.


-EMPUÑAMIENTO.
-POSICIÓN.
-LA RESPIRACIÓN.
-APUNTAR.
-EL DISPARO.
INTRODUCCION

Desde la quijada de asno, que, según la Biblia usó Caín para matar a su hermano Abel, hasta las armas actuales ha pasado mucho tiempo, pero la idea continúa siendo la misma: neutralizar al adversario.

Desde que el hombre es hombre se han empleado armas para la caza. Y en la guerra, el dominio y perfección de las armas han determinado la subsistencia, la hegemonía y la supervivencia de la tribu o nación. Por el contrario, su carencia o falta de pericia ha significado, en algunas ocasiones, la propia desaparición o exterminio de etnias enteras.
El hombre ha puesto, pone, y pondrá su inteligencia al servicio de un doble objetivo: su propia seguridad y la efectividad de herir o eliminar al oponente y mejor si esto se hace a distancia. Para conseguirlo empezó lanzando diferentes proyectiles con la única fuerza motriz de que disponía: su propia fuerza muscular, para luego ir aplicando distintos elementos con que aumentar tanto su poder, como distancia de lanzamiento.
(ej.: piedras, azagayas, venablos, hondas, arcos, catapultas, etc.)

Entre las más desarrolladas se encuentran las armas de fuego, que utilizan como fuerza motriz la expansión de los gases resultantes de la combustión de la pólvora. Según unos autores, la pólvora la empleaban los chinos desde muy antiguamente, en fuegos de artificio. Marco Polo en sus múltiples viajes así lo afirma. Serían los árabes quienes la introdujeron en Occidente, posiblemente a través de España. La "mifda" árabe (s.XIII) es muy similar a los "fusiles chinos" (en forma de flecha y parecidos a lo que hoy conocemos por cohetes). En las Crónicas de los Reyes de Castilla, y con la denominación de "tiros de trueno", se hace una referencia a una especie de petardos, lanzados por las máquinas balísticas de los moros sitiados en Zaragoza por Don Alfonso I de Castilla, en 1.118. Desde entonces y hasta la actualidad, los caballeros de antaño, hoy los deportistas, han intentado medir su habilidad en el lanzamiento de los proyectiles de las armas de fuego.

El deporte del tiro con armas de fuego ha sido impulsado por la propia evolución de las mismas armas, los ejércitos han sido el gran motor y promotor de este deporte, que goza de la categoría de olímpico desde la primera olimpiada de la era moderna en París 1896.

Porque esta actividad deportiva es la conjunción de técnica, reto personal, esfuerzo físico y mental, nos atrevemos a asegurar que es un deporte completo y que deparará muy buenos ratos de diversión a aquel que se acerque a practicarlo como entretenimiento. También tendrá momentos de "sufrimiento" quien lo quiera practicar a nivel superior.

Sin más, pasamos a plasmar unas pequeñas nociones básicas que servirán para ir adentrando al tirador novel en este gran deporte.


EMPUÑAMIENTO

En primer lugar citaremos las características que debe de poseer una buena empuñadura, también llamada "cacha", "culata", etc.

1. Que sea reglamentaria.
2. Que su empuñamiento sea siempre igual.
3. Que nos de una distancia adecuada al disparador.
4. Que sea cómoda.
5. Que nos permita tirar con "facilidad".
6. Que al levantar el arma, con rapidez, se encuentren fácilmente las miras.
7. Finalmente y más importante es que nos encontremos a gusto con ella, evitando así un factor más de preocupación.

1º.- QUE SEA REGLAMENTARIA.

Dependiendo de la modalidad, el Reglamento nos condiciona el uso de determinado tipo de empuñadura, además nos indica las medidas y ángulos que hacen que una empuñadura sea o no reglamentaria. Ver Reglamento I.S.S.F.

2º.- QUE SU EMPUÑAMlENTO SEA SIEMPRE IGUAL.

Esto depende en gran medida de la mecánica y "robotización" del empuñamiento. Hay que colocar nuestra mano siempre de forma correcta. Para ello los rebajes de las falanges de los dedos, el hueco de la mano y el apoyo del pulgar son importantísimos, puesto que ellos son los que de forma invariable nos conducen al buen empuñamiento.

3º.- QUE NOS DÉ UNA DISTANCIA ADECUADA AL DISPARADOR.

Lo que entendemos como distancia al disparador nos viene condicionada por la propia configuración física del arma, aunque hay gran número de modelos en los que ésta es variable, lo que nos facilita en gran manera la consecución de la distancia correcta.
La distancia correcta nos debe permitir que nuestro dedo índice, dedo de disparo, totalmente suelto llegue bien al disparador y nos permita un correcto apoyo en el mismo.

4º.- QUE SEA CÓMODA DE SUJETAR .

Si tiramos de forma que no nos sentimos cómodos al empuñar el arma, esto irá paulatinamente en detrimento de nuestro rendimiento y en un corto espacio de tiempo nos producirá crispamiento, fatiga muscular, temblores, etc., dejando en un segundo plano la concentración en el tiro.

5º.- QUE NOS PERMITA TIRAR CON FACILIDAD.

Puesto que nuestra mano sufre pequeñas variaciones de tamaño, dependiendo de la temperatura reinante, debemos encontrar un equilibrio, en la empuñadura, que nos permita tirar cómodamente tanto con frío como con calor.
La empuñadura no debe ni apretar ni quedar excesivamente holgada.

6º.- QUE AL LEVANTAR EL ARMA, CON RAPIDEZ, SE ENCUENTREN FÁCILMENTE LAS MIRAS.

Como hemos mencionado en alguno de los apartados anteriores, es la empuñadura la que se debe adaptar a la morfología de la mano y no a la inversa.
Es frecuente, cada vez menos, en armas de cierta calidad, que una buena arma venga acompañada de una mediocre, cuando no pésima, empuñadura. Para solucionar esto debemos tener unas ligeras nociones de como actuar.

La alineación de un arma viene supeditada, en gran medida, por la parte posterior de la empuñadura. En esta zona existe una concavidad en la que se asienta la prolongación, hacia la muñeca, del dedo índice, que se denomina "Eminencia Hipotenar". Por el contrario la alineación en altura lo determina el borde interno o cubital del canto de la mano.
A continuación daremos unos ejemplos:

Si la mira nos sale sistemáticamente a la derecha, esto quiere decir que nuestra
"Eminencia Hipotenar" empuja demasiado a la culata hacia la izquierda, por lo que el eje del arma se desvía hacia la derecha. Basta con eliminar, limar, rebajar a dicho nivel, la empuñadura para ir centrando poco a poco las miras. Esta acción debe realizarse con mucho tiento, puesto que si nos pasamos conseguiremos la acción contraria.
Si las miras salen normalmente altas, la acción de quitar la debemos efectuar en la parte infero-posterior de la culata.

Ahora que hemos logrado una empuñadura acorde con nuestra mano nos centraremos en como se debe efectuar el empuñamiento.

Agarre el arma, con la mano que no tira, por su cañón o corredera y dirija la culata hacia la mano de tiro. Esta debe estar con el pulgar separado del resto de los dedos, formando una "V".

Apriete firmemente el arma contra la mano de tiro y cierre, sobre la empuñadura, los dedos corazón y anular manteniendo flojo el dedo índice (dedo de disparo). Procure sujetar la empuñadura lo más alto posible. El eje del arma debe estar alineado con el eje del brazo de tiro y ser su prolongación natural.

El dedo de disparo debe tocar el armazón del arma sólo por su base.

La presión ejercida por la parte distal de los dedos debe ser uniforme y actuar sobre la parte media de la empuñadura, de tal manera que sea única y exclusivamente antero-posterior y no produzca ninguna desviación.

7º Repita este proceso para asegurarse que ha conseguido su posición correcta.
8º Efectúe esta operación cada vez que, por cualquier circunstancia, mueva o varíe su posición durante una tirada.

Cuando pensemos en nuestra posición, tenemos que tener presente que debemos evitar cualquier tensión excesiva sobre nuestros músculos. Éstos deben estar controlados y en un mínimo estado de tensión, puesto que si nos excedemos en ésta, perderemos rápidamente el control de los mismos.

Por supuesto que al existir distintas modalidades, la postura varía de unas a otras pero la anteriormente comentada nos servirá como inicial y básica sobre la que iremos adecuando nuestras necesidades.

La postura, como otras tantas cosas, depende en gran medida de nuestra configuración física, estado de forma, edad, etc. Tenemos que tener presente que la que adoptemos sea la más adecuada a cada uno de nosotros.


LA RESPIRACION

La respiración está íntimamente relacionada con la posición, pues concierne a la postura del cuerpo y a su efecto sobre el movimiento del arma. Cuando respiramos, se expande y contrae nuestra caja torácica, este movimiento se transmite por todo el cuerpo hasta el brazo de tiro. Por consiguiente, es necesario detener, o al menos minimizar, este movimiento mientras se está apuntando, deteniendo la respiración durante este proceso.

Para mantener el cuerpo con un rendimiento óptimo necesitamos toda la sangre oxigenada que sea posible. Por tanto, antes de empezar a apuntar y de entrar en la APNEA (suspensión de respiración), se deben llenar los pulmones con aire fresco. De no hacerlo así podríamos sufrir los efectos de una hipoventilación, tales como el aumento de pulsaciones (taquicardia) y vahídos.

Efectúe una sucesión de respiraciones rápidas y expire completamente todo el aire, tratando de respirar con el diafragma, de modo que utilicemos tanto la parte inferior como superior de los pulmones. Esta actividad hará que los latidos de su corazón sean más rápidos, para aprovechar el oxígeno disponible en la sangre. Debemos esperar unos momentos y respirar suavemente. Notará que sus pulsaciones descienden. Cuanto mejor lo haga, más rápido volverá su pulso a la normalidad y será menor el efecto de una respiración profunda sobre él mismo.

Es incómodo contener la respiración, tanto con los pulmones llenos como vacíos. Es preferible un estado intermedio con los pulmones medio llenos. Una vez efectuadas varias respiraciones profundas y cuando empiece a disminuir su ritmo cardíaco, haga una última inspiración profunda mientras eleva el arma, y luego expulse, suavemente, alrededor de la mitad de su capacidad, al mismo tiempo que centra su arma.
Cuando eleve el arma, a la vez que realiza su inspiración procure que su arma rebase la altura del blanco. Cuando soltemos parte del aire de nuestros pulmones, el arma caerá sola y deberá quedar centrada, para, a continuación, comenzar a efectuar nuestra puntería.

El entrenamiento físico mejorará su capacidad pulmonar y aumentará la cantidad de oxígeno en su sangre.

No es recomendable fumar, pues esto limita en gran medida la capacidad de nuestros pulmones para trasvasar oxígeno a la corriente sanguínea.

Tan perjudicial puede ser el fumar como el dejar, repentinamente, de hacerlo. Actúe como más cómodo y seguro de sí mismo se encuentre.


APUNTAR

Antes de entrar en lo que entendemos por apuntar vamos a incidir sobre los elementos que hacen posible esta acción: LAS MIRAS.

MIRAS

Las miras son los elementos que nos permiten "dirigir" con precisión el disparo de un arma.
Existen varios tipos, como pueden ser:

.- Miras abiertas.
.- Miras cerradas.
.- Miras ópticas.
.- Etc.

Nos centraremos en las miras abiertas, que son las que se usan normalmente el tiro de precisión con arma corta, aunque también se usan para otras facetas del tiro como pueda ser la caza, etc…

Constan de dos elementos bien diferenciados que son:

.- ALZA.
.- PUNTO DE MIRA.

El alza está graduada micrométricamente, tanto en altura como en lateralidad y se sitúa sobre la parte superior del arma y lo más retrasada posible.

El punto de mira, normalmente fijo, aunque en algunas armas se puede reglar o intercambiar, se coloca también en la parte superior del arma, pero lo más alejado posible, normalmente sobre la boca de fuego.

Las correcciones sobre el ALZA se realizan por medio de dos tornillos independientes, uno para reglar la altura y otro para la lateralidad, dependiendo de la calidad del alza cada "CLIC" del tornillo representa una determinada corrección, en el blanco, del punto de impacto.

Gran importancia tienen las formas tanto del alza como del punto de mira. En el caso que tratamos (Precisión) las más usadas son las cuadradas, tanto en la ranura del alza, como en la forma del punto de mira.

Se denominan "LUCES" a los espacios existentes entre el lateral del punto de mira y el lateral de la ranura del alza. Estos espacios deben de verse totalmente nítidos.
Unas luces amplias facilitan enormemente la visión de las miras, pero por el contrario nos dan un pobre rendimiento en precisión; esta configuración de miras puede ser aceptada para un tiro de iniciación, desechándolas a medida que vamos progresando y evolucionando en la práctica del tiro. Por el contrario las luces estrechas nos proporcionan una gran precisión pero en contrapartida son más difíciles de controlar.
Como medida, sólo de referencia, para la ranura del alza y el punto de mira las medidas aprox. son entre 2,3 y 4 mm., aunque deben guardar una correlación entre ambas. Hay que tener en cuenta que esta correlación nos dará un determinado tamaño de luces y son estas las que repercuten de manera fundamental sobre la precisión.
Una vez que hemos tocado los elementos de puntería, aunque sin entrar en muchos detalles, pasaremos a lo que se entiende como el hecho de APUNTAR.

Apuntar es alinear cuatro elementos de forma que el resultado sea óptimo. Estos elementos son:

1º.-Ojo del tirador.
2°.- Alza.
3°.- Punto de Mira.
4°.- El Blanco.

Podemos pensar que el ojo humano puede enfocar sobre los tres restantes elementos a la vez, pero, en realidad, lo que hace el ojo es enfocar uno, luego otro y así sucesivamente, aunque lo hace tan rápido que esto nos induce a pensar que sí lo puede hacer.

Parte vital del proceso de puntería es lograr una clara imagen de las miras: Alza y Punto de Mira.

Esto se logra centrando, mentalmente, nuestra visión en un punto equidistante del alza y punto de mira. Debemos dejar en un segundo plano, casi olvidándonos de él, al blanco, puesto que éste, en las pruebas de precisión, permanece inmóvil.
El lugar exacto donde debemos apuntar dependerá de la habilidad personal para juzgar, constantemente, la anchura del margen blanco, pero será necesario que esté suficientemente lejos de la zona negra para que ésta no nos distraiga. También depende de la agudeza visual de cada uno.

El hecho de apuntar con el arma por debajo del centro del blanco NO AFECTA al lugar de impacto, puesto que al ser el tiro a una o-distancia fija usamos las miras para compensar esta forma de puntería y lograr el ansiado 10.

De todo lo anterior, podemos deducir, que para efectuar un tiro con precisión es condición indispensable tener bien cogida la IMAGEN DE MIRAS.
Al alinear los elementos de puntería, muchos tiradores cierran el ojo que no utilizan, esto en principio es aceptable, pero es mejor no cerrarlo porque al hacerlo se crea una tensión simpática en el ojo utilización de unas gafas de tiro, o más barata, usar una pantalla para impedir la visión del ojo que no trabaja. La pantalla debe ser translúcida, deja pasar la luz, y con ello ayuda al ojo de tiro, puesto que los ojos tienden a trabajar al unísono.

A continuación pasaremos a definir los errores más comunes al efectuar la puntería.

ERROR PARALELO:

Es un error con pequeña importancia. Es un error que se produce con las "miras bien cogidas" pero moviendo, al unísono, la totalidad del arma en cualquier dirección, por lo que la distancia de error será la misma que se produzca en el blanco.
ERROR ANGULAR:

Es uno de los errores más importantes que se cometen en tiro y que debemos evitar por todos los medios. Si consideramos como línea ideal de tiro la línea imaginaria que une el ojo con el blanco, pasando por los elementos de puntería, el eje del arma de apunte. La solución a este p debe superponerse exactamente a dicha línea ideal, pues si entre ellas existe un cierto ángulo de divergencia, por pequeño que sea, el proyectil al salir de la boca del arma se irá separando del eje ideal, tanto más cuanto mayor el ángulo de divergencia, la separación del impacto sobre el centro del blanco será proporcional al ángulo de divergencia y a la distancia del arma al blanco.

La puntería correcta, como ya hemos dicho, se logra cuando se coloca una imagen correcta de miras sobre una línea imaginaria que pasa por el centro del blanco. A esta forma de puntería la llamamos "Punto en Blanco". Generalmente no se apunta al centro del blanco, sino a una zona de referencia, fuera de la zona negra, decimos generalmente porque la primera (P .B.) se suele utilizar en tiro de defensa o instintivo.
Para dar una explicación a esto nos basamos en dos razones fundamentales.

1ª Nadie puede mantener el arma absolutamente firme, pero sí la moverá dentro de una cierta área de tolerancia mientras apunta. Si se intenta apuntar a una señal concreta de puntería, la mencionada área será muy aparente y alterará nuestra concentración.
2ª Las miras negras resaltarán claramente sobre el color blanco crema del blanco, en vez de perderse en la zona negra.

IMPACTOS E IMAGEN DE MIRAS QUE LOS ORIGINAN


EL DISPARO

El control correcto del disparador es uno de los factores más importantes para conseguir un tiro preciso.

Hay que tener bien en cuenta y diferenciar tres grandes preguntas para lograr un correcto control sobre el disparador. Estas son:

- ¿DONDE aplicar la fuerza o presión?
- ¿CUANDO aplicar la presión?
- ¿COMO aplicar esta presión?
+ DONDE:

El dedo índice (dedo de disparo) debe aplicar la presión directamente sobre el disparador, hacia atrás, paralelamente al eje que forman la parte trasera y delantera del cañón. Cualquier variación de esta línea recta e imaginaria causará errores angulares.

Por tanto, la parte del dedo que toca el disparador debe moverse en línea recta. Debe estar correctamente colocado sobre el disparador, y con la misma posición para todos los disparos. El centro de la primera falange del dedo índice debe tocar el disparador cerca de la punta del mismo. Se tendrá en cuenta que el resto del dedo no debe tocar el armazón, o la culata, para evitar alterar la puntería cuando se mueva hacia atrás
La punta del dedo se mueve en forma de arco, por consiguiente, no puede estar en ángulo recto con el disparador durante todo el proceso de disparo. Es necesario que este ángulo lo alcancemos en el preciso momento del disparo.

+ CUANDO:

El momento del disparo debe ser regulado para hacerlo coincidir con el punto óptimo de otros factores, que ya hemos comentado, y que inciden en la precisión de un disparo. En el tiro de precisión el tiempo óptimo esta comprendido entre los 5 y 10 segundos, después de tomada y mantenida la puntería. Este tiempo es relativo y viene determinado en gran medida por la capacidad pulmonar del tirador, ansiedad, relajación, etc…

+ COMO:

En ningún momento hay que tirar o presionar el disparador bruscamente. Debe oprimirse de forma continua y ejerciendo siempre la misma presión.
El cerebro no debe mandar nunca la orden de disparo, puesto que casi con total seguridad éste sería malo.

El tirador debe ser consciente en todo momento de la presión que ejerce sobre el disparador, y que el disparo lo produce él voluntariamente en un determinado espacio de tiempo, lo que debemos desconocer es el momento justo de producirse el disparo.
Para mejorar su control sobre el disparador:

+ "Conozca" el disparador de su arma, sus tiempos, su comportamiento.
+ Practique la colocación del dedo sobre el disparador. Haga este mismo ejercicio con los ojos cerrados.
+ Practique el tiro en seco.

EMAIL AL CLUB >
Created by MIQUEL PASQUAL
Club Tir Alt Camp
Regreso al contenido